martes, 29 de septiembre de 2009

Los treinta buques que están envenenando el Mediterráneo

Dos puntos amarillos tras el cristal de un ojo de buey. Las luces de una cámara submarina iluminan la escena. Los puntos amarillos están justo en el centro de la imagen, por encima de la fecha y hora de la carga: 12 de septiembre de 2009, 17.33. Una nueva sombra, un chorrillo de veneno sale de una fisura del casco. Otras masas negras, tal vez peces, se vislumbran en la oscuridad de los restos del naufragio. Las imágenes que parecen confirmar la “sospecha inquietante” del fiscal de Paola, Bruno Giordano: “Detrás de ese ojo de buey podrían estar los cráneos de dos marineros.” No sólo es una bomba de relojería ecológica, los restos del naufragio frente a las costas de Calabria son un ataúd. El destino final para los marineros, tanto regulares como irregulares, era el Cunski, con su carga inconfesable: un vertedero de venenos y de hombres. ¿Cuántos Cunski guardan secretos y liberan veneno en el fondo del Mediterráneo? La pregunta es la misma que perseguía hace catorce años el capitán de navío Natale De Grazia. En el corazón de la investigación, tomaba notas.
Una de las últimas, hasta ahora inédita, tiene algunos signos de interrogación y varias certezas. Vale la pena leerla: "¿Barcos? 7/8 de Italia y Chipre. ¿Dónde están y cuáles son? Cargadores y consignatarios. Punto de unión entre Rigel y Comerio. Hira, Ara, Tremiti. Bajo Adriático. Puertos de salida: Marina di Carrara m/v Akbaya. Salerno/Savona/Castellammare di Stabia/Otranto/Porto Nogaro/Río. Sulina Beirut. c/v Spagnolo. Materiales radiactivos.”

informe completo: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=92336