domingo, 15 de marzo de 2009

Los países ricos inician una carrera para hacerse con la tierra y garantizar su suministro de alimentos

Los gobiernos y corporaciones ricos han desatado la alarma para los pobres a medida que van comprando los derechos a millones de hectáreas de tierra cultivable en los países en desarrollo en un esfuerzo por garantizar su suministro de alimentos a largo plazo.
El director de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de las Naciones Unidas, Jacques Diouf, ha advertido de que el polémico aumento en contratos sobre tierras podría crear una nueva forma de neocolonialismo en la cual los países pobres producirían alimentos para los ricos a costa de dejar hambrientos a sus propios ciudadanos.
El aumento de los precios de los alimentos ya ha desatado una segunda «lucha por el expolio de África». Esta semana, la empresa surcoreana Daewoo Logistics anunció sus planes de hacerse con un arrendamiento de un millón de hectáreas durante un plazo de 99 años en Madagascar. Su objetivo es cultivar 5 millones de toneladas de maíz al año para 2023 y producir aceite de palma de otro arrendamiento de 120 000 hectáreas más (296 000 acres) utilizando principalmente mano de obra sudafricana. La producción se destinará en su mayor parte para Corea del Sur, que quiere reducir su dependencia de las importaciones.
«Estos acuerdos pueden ser, a un nivel, empresas puramente comerciales, pero detrás de ello se encuentra con frecuencia un imperativo de seguridad alimentaria apoyado por un gobierno», explicó Carl Atkin, asesor de Bidwells Agribusiness, una empresa con sede en Cambridge que está contribuyendo a la firma de algunos de los grandes contratos internacionales sobre las tierras.
El gobierno de Madagascar afirma que debería realizarse un estudio sobre el impacto medioambiental antes de la aprobación del acuerdo con Daewoo, pero considera bienvenida la inversión. El enorme arrendamiento es el mayor hasta el momento en un número cada vez mayor de acuerdos sobre terrenos que se han venido firmando desde el aumento de los precios de los alimentos a finales del año pasado.
«Es un hecho sin precedentes en el contexto de ventas de terrenos cultivables», afirma Atkin. «Estamos acostumbrados a ventas de hasta 100 000 hectáreas; esto multiplica en más de diez veces esa cantidad».
En una cumbre sobre seguridad alimentaria celebrada en Roma se había acordado canalizar más inversiones y ayuda al desarrollo para los agricultores africanos para ayudarles a responder al aumento de los precios mediante el aumento de la producción, pero los gobiernos y grandes empresas en algunos países ricos en efectivo pero pobres en terreno, la mayoría de ellos del Oriente Próximo y Medio, han optado por no esperar la respuesta de los mercados mundiales y están intentando garantizar su propio acceso a los alimentos a largo plazo mediante la compra de terrenos en países más pobres.
Según algunos diplomáticos, el grupo saudi Binladin Group prevé invertir en Indonesia para cultivar arroz basmati, mientras que decenas de miles de hectáreas de Paquistán se han vendido a algunos inversores de Abu Dhabi.
Los inversores árabes, que incluyen el Fondo de Abu Dhabi para el Desarrollo, también han comprado intereses directos en la agricultura del Sudán. El presidente de los EAU, Khalifa bin Zayed, ha afirmado que su país estaba considerando proyectos agrícolas a gran escala en Kajastán para garantizar un suministro de alimentos estable.
Incluso China, que cuenta con abundante terreno pero que comienza a tener escasez de agua por su vertiginosa búsqueda de la industrialización, ha comenzado a explorar los acuerdos sobre terrenos en el suroeste asiático. Entre tanto, Laos ha firmado su aceptación de deshacerse de entre 2 a 3 millones de hectáreas, aproximadamente el 15 % de sus terrenos cultivables viables. Libia se ha hecho con 250 000 hectáreas de tierra cultivable en Ucrania y se cree que Egipto está intentando obtener unas cifras similares. Kuwait y Qatar han estado buscando la firma de contratos para hacerse con franjas de terreno de la mejor calidad de los arrozales camboyanos.
En general, los ansiosos compradores han recibido una buena acogida de los vendedores en los gobiernos de los países en desarrollo, que están desesperados por hacerse con algo de capital en esta recesión. El ministro de reforma agrícola de Madagascar afirmó que los ingresos se dedicarían a mejorar las infraestructuras y a desarrollar las zonas que pueden inundarse fácilmente.
Sudán intenta atraer inversores para casi 900 000 hectáreas de terreno y el primer ministro etíope, Meles Zenawi, ha estado intentando atraer a posibles inversores de Arabia Saudí.
«Sería bueno si fuera una negociación entre iguales. Podría aportar inversiones, estabilidad de precios y previsibilidad al mercado», explicó Duncan Green, director de investigación de Oxfam. «El problema es que esta lucha por los terrenos no deja espacio alguno para los pequeños agricultores».
Alex Evans, del Centre on International Cooperation, de la New York University, explicó: «Los pequeños agricultores ya han comenzado a sufrir las consecuencias. Es muy probable que las personas sin títulos de propiedad válidos se vean expulsadas de sus tierras».
Los datos sobre los acuerdos sobre terrenos se han mantenido en secreto, por lo que se desconoce si incluyen salvaguardas para la población local.
Steve Wiggins, experto en desarrollo rural del Overseas Development Institute, afirma: «Hay muy poca economía de escala en la mayoría de la labor agrícola por encima del nivel de una granja familiar, porque resulta extremadamente difícil gestionar el trabajo». Los inversores también pueden enfrentarse a la hostilidad. «Si fuera un asesor sobre riesgo político para los [inversores], diría que están corriendo un gran riesgo. La tierra es un tema extremadamente delicado. Podría resultar en una auténtica catástrofe si no se aprenden las lecciones de la historia».

UE, OTAN, EE.UU., alianza del Siglo XXI para la dominación global

Con la reintegración de Francia al comando militar de la OTAN después de una interrupción de 33 años, que será formalizada en la cumbre de este año de la Alianza en Estrasburgo, que también actualizará el Concepto Estratégico 1999 con un aumento del énfasis en la integración militar OTAN-UE-EE.UU., y con la intensificación por la UE de la creación de una fuerza de despliegue rápido de 60.000 soldados y sus propios grupos de batalla y sus afiliados nórdicos para uso en todo el mundo, es urgente hacer un examen de las relaciones mutuas resultantes entre los tres principales centros occidentales de poder económico, político y militar – la UE, la OTAN y EE.UU.
Hasta la fecha la opinión generalmente aceptada en los círculos del establishment consisten en gran parte de una serie de cuatro dicotomías falsas:
El desarrollo cada vez más ambicioso de las capacidades militares de la UE compite con la OTAN, si no representa un desafío directo a dicho organismo y a la alianza estratégica transatlántica con Washington.
La OTAN es un antídoto multilateral al unilateralismo de EE.UU.
La UE es un profesional basado en principios de diplomacia pacífica mientras que EE.UU. y la OTAN a menudo se apresuran demasiado porque se basan en la necesidad militar.
La UE es un competidor o incluso el principal competidor de EE.UU. en Europa y cada vez más en todo el mundo.Cada cual puede creer tantas de estas patrañas como quiera, pero las palabras y las acciones de los responsables políticos y de los funcionarios a cargo de imponer la política en el establishment de la política exterior de la UE, la OTAN y EE.UU. las refutan continuamente.
21 de los 27 miembros de la UE son también miembros de la OTAN. De los seis que no lo son, todos, con la excepción de Chipre (por el momento) - Austria, Finlandia, Irlanda, Malta y Suecia – son miembros del programa Cooperación por la Paz de la OTAN. De los últimos cinco, sólo la pequeña Malta no tiene un contingente militar sirviendo bajo la OTAN en Afganistán, los Balcanes u otros sitios.
De los 26 Estados miembro de la OTAN, sólo Noruega y EE.UU., Canadá e Islandia, los últimos tres no están en Europa y por lo tanto no se califican, no están en la UE.
Los tres protagonistas cruciales podrán altercar ocasionalmente sobre cuestiones secundarias de táctica, oportunidad y tecnicismos, pero se mantienen unidos respecto a preocupaciones sustantivas y estratégicas.
La UE y la OTAN han sido abiertamente socios militares desde 1992 cuando se firmó el acuerdo Berlín Plus sobre la compartición conjunta de activos militares.
Incluso los miembros de la UE que todavía no están en la OTAN son afectados por la subordinación del continente al bloque ya que la Carta Estratégica de la Alianza de 1999, todavía estipula en efecto, que los arsenales nucleares de EE.UU., en particular, pero también los del Reino Unido y de Francia, “son esenciales para preservar la paz” y son “un vínculo político y militar esencial entre los miembros europeos y norteamericanos de la Alianza.”

Obama intensifica los ataques con aviones teledirigidos dentro de Pakistán


Desde el inicio de su campaña el presidente Barack Obama dejó claro su deseo de lanzar ataques contra el territorio paquistaní y en este primer mes de presidencia se ha hecho evidente que está intensificando mucho más que en los últimos meses de la administración Bush el número y la gravedad de los ataque por medio de aviones teledirigidos. La semana pasada se lanzaron dos ataques importantes, en el sur de Waziristán y en las la Agencias Kurram de las Áreas Tribales Administradas Federalmente de Pakistán [1]. Los ataques mataron a 30 y 31 personas respectivamente y, al parecer, el objetivo de ambos eran militantes de Baitullah Mehsud.La escalada se ha producido mientras el gobierno paquistaní tenía que enfrentarse a las acusaciones apoyar los ataques en "privado" al tiempo que los condena públicamente [2]. Sus dificultades han aumentado con declaraciones de un número cada vez mayor de altos cargos en ambos bandos admitiendo el acuerdo y con las pruebas fotográficas de que, efectivamente, ha estado albergando aviones estadounidenses en una de sus bases aéreas [3].Los ataques con los aviones teledirigidos han sido tremendamente impopulares en las zonas tribales paquistaníes y han provocado protestas generalizadas ya que han matado impunemente a civiles. Con Pakistán luchando para mantener el control en la zona frente a la cada vez mayor insurgencia, es probable que la intensificación de los ataques exacerbe los problemas de credibilidad que tiene el gobierno paquistaní entre las tribus.

COMPAÑIAS DE EE.UU. MATANDO POR EL MUNDO EN NOMBRE DE LA DEMOCRACIA


Blackwater, ejército privado en busca de nuevas guerras


Están muy preocupados por la situación en Darfur. Cuando hay una catástrofe humanitaria en cualquier lugar del planeta dicen que están a punto para ayudar en lo que sea. Y no pegan ojo por culpa de las penurias de los atuneros al paso de Somalia. El misterioso nombre de la organización es Xe. ¿Una nueva ONG? No. Antes se llamaba Blackwater, el Ejército privado más famoso del mundo , que busca nuevos horizontes tras perder el negocio en Irak y la marcha de George W. Bush de la Casa Blanca.
Blackwater era uno de los principales socios privados de Bush en su "guerra contra el terrorismo" . Fundada por el fundamentalista cristiano Erik Prince, su cúpula cobijó a muchos neocons procedentes del Ejército y de la CIA. Durante años fueron los reyes en EEUU e Irak: han amasado más de 1.000 millones de dólares desde 2001 en contratos federales, según datos oficiales. Y siempre con licencia para operar sin dar explicaciones.
La imagen de Blackwater empezó a tambalearse en noviembre de 2007, cuando una matanza de 17 civiles iraquíes escandalizó al mundo. Pero la Administración de EEUU siguió protegiendo a una de las empresas más emblemáticas de la era Bush en la medida en que reunía tres de las señas de identidad de su política: guerra, privatización y fidelidad republicana.
Ahora, sin embargo, el imperio suma revés tras revés: en noviembre, Barack Obama desplazó a los republicanos de la Casa Blanca. En diciembre, el Departamento de Justicia de EEUU presentó cargos por homicidio contra cinco agentes de Blackwater , que ya han declarado ante el juez. A principios de enero, se puso fin en Irak a la impunidad legal de los Ejércitos privados. Y a finales del mismo mes, el Gobierno de Bagdad revocó la licencia que permitía a Blackwater operar en el país, como ya había hecho en 2007, aunque entonces Bush renovó igualmente el contrato a Blackwater.
Sin marcha atrás
Esta vez, en cambio, la decisión no tiene marcha atrás porque Washington la ha secundado: a principios de febrero anunció que no renovaría la licencia que le permitía operar en el país árabe, aunque de momento sigue en Afganistán.
Los tres meses que han estremecido a la compañía tuvieron su colofón el 12 de febrero: Blackwater ya no existe más. Se ha reencarnado en el vaporoso nombre de Xe y sus directivos aseguran que reenfocarán el modelo de negocio .
"Hacía meses que veníamos trabajando en la reestructuración de nuestras unidades y esta reflexión se ha concretado ahora", explica a Público desde EEUU Anne Tyrrell, portavoz de la empresa.
El nombre Blackwater ha desaparecido de todas las unidades. Xe se refiere al conjunto. Y la división que se dedica a las operaciones en el extranjero es ahora US Training Center, Inc. Ni rastro del pasado que lo ataba a Bush .
"El conjunto de cambios internos nos ha llevado a una situación tan apasionante que ha requerido incluso cambiar el nombre", subraya Tyrrell.
Además de los servicios tradicionales, Xe pone énfasis en los nuevos productos que querría implementar: ofrecerse como cascos azules donde la ONU cojea Darfur, luchar contra los piratas de Somalia y enseñar técnicas de autodefensa a los atletas americanos. "Y siempre estaremos al servicio de nuestro país" , concluye Tyrrell.
Un ejército de aspirantes para repartirse 100.000 millones de dólares
La guerra ha disparado los beneficio de las empresas privadas
Los Ejércitos privados han vivido con George W. Bush una expansión sin precedentes: han ganado más que nunca y han florecido como setas. Según un informe de 2008 del Congressional Budget Office, una entidad vinculada a la Cámara de Representantes, la invasión de Irak supuso un gasto de 100.000 millones de dólares para los contratistas privados , un nivel sin precedentes en la historia del país.
Los Ejércitos privados forman parte de este conglomerado llamado "contratistas privados" que según autores como Jeremy Scahill, autor de uno de los mejores estudios sobre Blackwater, tienen detrás todo un plan para privatizar las guerras. Actualmente, el 50% del dispositivo estadounidense en Irak pertenece al sector privado, según el Congressional Budget Office.
Entre el país árabe y Afganistán suman alrededor de 240.000 empleados . De ellos, sólo una pequeña parte son mercenarios armados equiparables a los soldados: en Irak, las tres empresas acreditadas suman unos 3.500 hombres. Pero sólo son la parte más visible porque muchas operaciones relacionadas con la seguridad se camuflan bajo otros paraguas.
Un mercenario estadounidense en Irak, según datos aportados ante el Congreso estadounidense, puede ganar hasta 1.200 dólares por día de trabajo . Y en ocasiones, las empresas se quedan con buena parte de este dinero contratando a mercenarios de países pobres y pagándoles un sueldo muchísimo más bajo. Varios ex empleados ugandeses de Triple Canopy han denunciado en su país a la compañía porque percibían apenas 30 dólares por día.
Lagunas legales
"A raíz de la guerra contra el terror de Bush, las empresas militares y de seguridad privada tienen gran demanda" , lamenta José Luis Gómez del Prado, experto del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la utilización de mercenarios. Y Gómez del Prado advierte que operan en un entorno legal lleno de "lagunas".
"Es muy difícil aplicar la definición de mercenario [regulada en una Convención] a los empleados de las empresas militares que están registradas legalmente y que han sabido explotar los vacíos jurídicos".

POR ESO DIGAMOS ¡ ABAJO EL CAPITALISMO!


Crisis que condena al hambre a millones de personas


La misma crisis que ha secado el sistema financiero internacional amenaza con sumir en la más severa de las miserias a cientos de millones de personas en todo el mundo. Podrían quedarse sin el alimento y la atención médica con las que sobreviven. Al tiempo que se desvanecen las herramientas básicas con las que tratan de engancharse al desarrollo económico.“Los efectos de esta recesión se extenderán a todo el planeta”, alerta la ONG Save The Children. “Con la escasez y el encarecimiento de alimentos en África y Asia, nuestros cooperantes ya están luchando para salvar a decenas de miles de niños de morir por desnutrición. La situación podría derivar en una auténtica catástrofe si, como es previsible, gobiernos y particulares recortan ahora sus ayudas”.La crisis amenaza con reducir los 76.000 millones de euros que el mundo ha destinado este año a la ayuda al desarrollo. Una cantidad de dinero importante, pero que no llega ni a una décima parte de lo que los Gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea han movilizado en para salvar a sus instituciones financieras.El temor a los recortes es común entre las agencias de la ONU: Organización Mundial de la Salud (OMS), Programa Mundial de Alimentos (PMA) y Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)-, advierten la Comisión Europea, las ONG y los expertos.La crisis aumentará los gastos y reducirá los ingresos de los países desarrollados y es previsible que reduzcan sus aportes en planes de ayuda.Estas contribuciones a los llamamientos de organismos internacionales son fundamentales para mantener el flujo de ayudas a los 923 millones de personas desnutridas en el mundo, para reducir la cifra de 58 millones de mujeres que este año habrán dado a luz sin asistencia médica o escolarizar a los 56 millones de niños de África y Asia que ni siquiera han recibido educación primaria, según datos de la FAO y de la ONU.Un informe de la OMS alerta de que las diferencias en la esperanza de vida son abismales entre los países más ricos del mundo y los más castigados por el sida, el hambre y la pobreza, en África. Margaret Chan, directora general de la OMS, sostiene que estos gigantescos desequilibrios en materia de salud hacen del mundo un “lugar inseguro e inestable”. La FAO señaló que el alza de precios de los alimentos en los dos últimos años ha aumentado el número de personas desnutridas en el mundo en 73 millones.Un responsable del Programa Mundial de Alimentos (PMA), que en 2007 asistió a 86 millones de personas en 80 países, destaca que “con el plan de rescate del sistema financiero aprobado por Estados Unidos, el PMA podría trabajar durante más de 100 años. Si los gobiernos tienen recursos para rescatar a sus bancos, seguro que también deben tenerlos para dar de comer a los hambrientos".Lo peor de la situación es que no sabemos lo que puede ocurrir ya que la crisis se está mostrando cada día más profunda y extensa. Si los gobiernos gastan tanto dinero en los rescates financieros y la economía y sus ingresos van a menos, necesitarán recortar los gastos por algún lado. La tentación de cualquier Gobierno es hacerlo por la ayuda internacional.El derecho internacional no contempla ningún mecanismo por el que los Gobiernos estén obligados a mantener sus contribuciones. En este momento, el mundo necesita más que nunca un liderazgo y compromiso fuertes. Esta crisis la han causado los excesos de los más ricos y sería desolador e imperdonable que acaben muriendo de hambre y enfermedades fácilmente curables millones de personas que ni siquiera han tenido la oportunidad de disfrutar de la bonanza económica de los últimos años.Las sociedades y Gobiernos desarrollados, tras años de vivir en la abundancia, no pueden dejar a cientos de millones de personas sin ayudas esenciales cuando las cosas se están torciendo. Ahora, más que nunca, es necesario mantenerse fiel a los principios de solidaridad, declara.

El TLC con la Unión Europea, igual o peor que con Estados Unidos


Los gobiernos de Colombia y la Unión Europea adelantan conversaciones para suscribir un tratado de libre comercio.Son muchas las razones que indican que los colombianos, por lo menos casi todos, sufriremos pérdidas iguales o peores que las que se pactaron en el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, un acuerdo leonino que afortunadamente no ha sido ratificado por el Congreso estadounidense, porque las mayorías del Partido Demócrata, y el propio gobierno de Barack Obama, consideran insuficientes las explicaciones y acciones del gobierno del presidente Álvaro Uribe en relación con los asesinatos de sindicalistas –49 en 2008, 25% más que en 2007, que confirman a Colombia como el país más peligroso en el mundo para los líderes sindicales–, las escandalosas violaciones de los derechos humanos por parte de miembros del ejército y las relaciones de numerosos y altos dirigentes políticos partidarios del gobierno con las organizaciones paramilitares.La Unión Europea pretende aumentar los tiempos de las patentes que generan monopolios y precios mayores, por encima de las normas de la OMC y de lo conseguido por los norteamericanos en el TLC con Colombia, cuyos mayores costos de las medicinas para los colombianos fueron inicialmente calculados en mil millones de dólares al año por la Organización Panamericana de la Salud. Y también se propone que Colombia acepte algo que no ha logrado el capital trasnacional en Europa ni en ningún país del mundo: penas de cárcel para cualquier violación de los derechos de propiedad intelectual. Si el TLC Colombia-Estados Unidos es un acuerdo OMC-plus, el que quiere la Unión Europea puede denominarse OMC-plus-plus.Con todo descaro, el ministro colombiano de Comercio, Luis Guillermo Plata, confesó que “ya tiene unas líneas rojas en esta negociación (con la Unión Europea), que no son otras que las que están en el TLC con Estados Unidos, y Colombia no irá más allá en esta materia”. Con voceros de Colombia como este no debe sorprender que hayan acordado tramitar el acuerdo en apenas cuatro meses y que, como también ocurrió con los norteamericanos, los textos se elaboren a las escondidas y sin tener en cuenta las opiniones de las organizaciones de los trabajadores, los campesinos y los indígenas.Tal y como hizo Estados Unidos con su TLC, la Unión Europea también impuso negociar país por país de la región andina, de manera que la CAN, el proyecto de integración entre los países de la subregión, quedará todavía más convertido en letra muerta. Que la Unión Europea no llame Tratado de Libre Comercio (TLC) a su tratado sino Acuerdo Comercial, significa apenas un cambio de nombre calculado para confundir a los millones de colombianos que rechazan el TLC con Estados Unidos.Como ocurre con Estados Unidos, las diferencias económicas entre Colombia y la Unión Europea son abismales. Por ejemplo, su Producto Interno Bruto es 80 veces mayor que el colombiano y sus subsidios agrícolas llegan a 70 mil millones de dólares al año. Luego la igualdad entre las partes que consagrará el TLC lo que santifica es una enorme desigualdad. El Tratado les concederá a las trasnacionales de la Unión Europea el privilegio de poder venir al país a tomarse las grandes empresas, los recursos naturales y el mercado interno de manera gratuita, es decir, sin que pueda cobrárseles por esa prerrogativa más de lo que se les exija a los colombianos. Y los males que se derivan de los capitales que entran y salen de Colombia a su antojo, los daños al medio ambiente y las peores condiciones laborales también hacen parte de los costos del negocio que desean los inversionistas europeos.Escandaliza que cuando se confirma la culpa del “libre comercio” en la que seguramente será la peor crisis de la historia del capitalismo, los gobiernos de la Unión Europea y Colombia insistan en profundizar esa política. Así confirman que quienes gobiernan en las dos partes están dispuestos a llevar los sufrimientos de sus pueblos a niveles inimaginables.Es obvio que la Unión Europea, conocedora de lo mucho que necesita Álvaro Uribe de un TLC con ella para lucirlo como una absolución moral y política ante Washington, sabrá cobrarse dicha absolución en mayores gabelas para sus trasnacionales, incluso hasta el punto de superar lo que consiguió Estados Unidos en su TLC con Colombia.

El problema del gobierno y los productores agropecuarios son las multinacionales del cereal"


Ante el irresuelto conflicto rural, el referente de Proyecto Sur, Fernando Pino Solanas, afirmó : "Ha pasado un año y no se han sentado las bases de un proyecto agrario nacional que tenga como objetivo repoblar el campo y dar respuesta tanto a los pequeños y medianos productores como a los más de 200.000 que no producen cereales para la exportación. ¿Cómo puede darse una solución a este viejo conflicto si no le ponemos freno a la fiera que se come un tercio de la renta agraria? Hablamos de las agroexportadoras Cargill, Dreyfus, Bunge & Born, Aceitera Gral. Deheza, entre otras, que fueron las grandes ganadoras en 2008, al haber estafado a los productores, al fisco y al pueblo argentino, por 1.750 millones de dólares, cuando cobraron a los productores retenciones según lo establecido por la R.125 y liquidaron al fisco en base a registros de exportación anteriores." Solanas se refirió a la necesidad de mantener las retenciones : "Proyecto Sur ha venido planteando retenciones móviles, segmentadas y coparticipables, porque son imprescindibles para defender el ingreso real de los trabajadores y compensar con grandes obras públicas la situación del campo".

El gran lobby mundial del "oro negro" Los actores centrales del negocio: ¿Quiénes manipulan el precio del petróleo?

La "crisis" qué sacude al capitalismo mundial no solo ha sepultado los cadáveres de gigantescas y legendarias instituciones financieras, compañías y fondos de inversión, sino que igualmente ha derrumbados mitos, cuentos y leyendas sobre la economía política que hoy queda descubierta, como lo que siempre ha sido: una vulgar ideología al servicio de los intereses y mentiras del gran capital. Uno de los mitos mayores que ha sido enterrado es el famoso cuento de los precios del petróleo.
Por Pablo Hernández Parra - IAR Noticias
En menos de 8 meses el precio del petróleo descendió en más de 75%. De 147$/B que costaba a mediados del mes de Julio del 2008 cuando alcanzo su máximo histórico descendió vertiginosamente a 35$/B, El precio del petróleo ha permitido el desarrollo de las más diversas “teorías económicas” sobre quién y cómo se fija su precio.
Alfredo Jalife Rahme,(1) en un conocido texto propone que el precio del petróleo, viene determinado por cinco variables: económica, financiera, especulativa, geopolítica y desinformativa, las cuales influyen de una u otra manera en la fijación del precio del petróleo.
Por ejemplo un conflicto entre países petroleros, entre ellos Irak – Irán; pueden provocar un alza en el precio, así como una paz entre ellos propiciaría una baja. Una huelga en Nigeria o Venezuela subiría el precio, así como el triunfo del SI en Venezuela a favor del “comunista” Chávez repercutió “inexplicablemente “en un baja en el precio o por lo menos los “mercados” no ven peligro con el triunfo de este furibundo antiimperialista en el principal yacimiento de petróleo del hemisferio occidental en el propio patio trasero del imperio.
Un huracán que afecte la plataforma del golfo de México provoca un alza en el precio, de la misma manera que un importante descubrimiento de un yacimientos provocaría una baja. Un invierno mas frío que lo común, provocaría un alza, así como el incremento de las reservas petroleras norteamericanas provocan una baja, en fin, si hay alguna mercancía, con la que los grandes monopolios han jugado y han mentido con su precio, ha sido precisamente con el petróleo.
Lo que nadie explica hoy es como ha caído en un 75% el precio del petróleo en un momento en que:
• Israel invade a Gaza• E.U amenaza con invadir a Irak.• El invierno en el hemisferio norte ha sido unos de los más fuertes en los últimos años.• Los conflictos en Nigeria no ha cesado.• Cantarell definitivamente esta perdido y con él, el mayor yacimiento en Aguas Profundas del Mundo.• Rusia corta el suministro de Gas a Europa y sobre todo la OPEP recorto en 4,2 MMB/D su producción petrolera y aun amenaza con un nuevo recorte en marzo. Todo esto y mucho mas ha sucedido en los últimos meses, y sin embargo el precio del petróleo sigue en el suelo, por debajo de los 40• Chavez el “comunista” gana de nuevo unas elecciones en Venezuela
El último gran argumento que hoy se esgrime luego que todos los anteriores han rodado por el suelo, es el famoso descenso de la demanda de petróleo que ha provocado el derrumbe en el precio del petróleo. Veamos este último gran argumento basado en la inexorable Ley de la Oferta y la Demanda, que una vez mas es agitada como la ley que regula el mercado petrolero.
El ascenso de los precios del petróleo, se da intensamente entre Octubre del 2007 cuando se cotiza en 75$/B hasta Julio del 2008 que se vendió a 147$/B; en 10 meses el petróleo duplico su precio, estimulado según nuestros teóricos por un supuesto incremento de la demanda. El siguiente grafico ilustra este ascenso:
Cuadro 1: EVOLUCIÓN DEL PRECIO DEL PETRÓLEO 2007-08
¿Cuál fue la realidad de la demanda?
Cuadro 2: CONSUMO TOTAL DE PETROLEO DE LA O.E.C.D 2008 (MMb/dias JAN FEB MAR APR MAY JUN JUL AUG SEP OCT)
Los llamados países desarrollados durante el periodo de enero a julio del 2008 disminuyen su consumo de 49,14 MMb./día hasta 47,28 MMb/dia en julio, precisamente cuando el precio alcanza su máximo histórico. Luego esa demanda sube a 47,69 y sin embargo el precio sigue cayendo. Para los últimos meses del 2008 la demanda subió y el precio siguió en picada.
Por su parte la demanda mundial presenta una caída superior, pasando de 87,00 MMb/dia en el último trimestre del 2007 a 84,76 en el tercer trimestre del 2008, tal como podemos observar el cuadro 3, una caída de 2,24MMb/dia en menos de 8 meses. Y sin embargo el precio prácticamente se duplico en el mismo periodo.
Cuadro.3 WORLD PETROLEUM (OIL) DEMAND, 2004-2008 (Million Barrels per Day)
FTE: IDEMEn dicho periodo la producción por el contrario se mantuvo estable alrededor de los 85.60 MMb/día pese a los famosos recortes de la OPEP, tal como lo demuestra el siguiente cuadro:
Cuadro 4: OFERTA MUNDIAL DE PETRÓLEO 2007-08 POR TRIMESTRES2007 2008 First Second Third Fourth Average First Second Third
FTE: IDEM
¿Cómo se explica que el precio del petróleo haya ascendido a 147$/B, en los momentos que la demanda mundial del mismo descendió en más de 2 MM de B/D?. Como vemos la fulana ley de la oferta y la demanda funciono a la inversa durante el periodo del mayor ascenso de los precios del petróleo, que coincide “casualmente” con el periodo en que se va desatar con fuerza la crisis financiera en EE.UU. A partir de julio del 2008, cuando ya la crisis financiera era inocultable, los precios del petróleo alcanza su máximo histórico, y simultáneamente cuando se produce el colapso del banco hipotecario IndyMac de California ( La segunda financiera hipotecaria independiente de Estados Unidos, es intervenida por los reguladores federales), comienza de inmediato la caída de los precios del petróleo.
A partir de ese momento la pirámide montada por los estafadores bancarios de Wall Street se derrumba estrepitosamente.
Y con esta caída en julio del 2008 de inmediato crece la presión sobre los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac. De ahí en adelante por un efecto dominó una y otra institución financiera, banco, inmobiliaria, aseguradora primero en EE.UU., y luego en Europa y resto del mundo, comienzan a caer, como castillos de arena y con ellos los precios del petróleo, pese a que la producción petrolera según algunas fuentes llego a los 88Mmb/dia a finales del 2008 Es indudable que la explicación a esta “anomalía hay que buscarla fuera de la fulana ley de la oferta y la demanda, e ir al corazón del negocio petrolero: los monopolios internacionales del petróleo”, la banca internacional, los grandes fondos de inversión y sobre todo sus dueños, que son los que verdaderamente establecen monopolicamente el precio petróleo, de acuerdo a sus necesidades no solo económicas, sino políticas.
La clave de la explicación de los precios del petróleo, está en conocer quiénes son los que intervienen en el establecimiento del precio del petróleo. Una manera grafica de conocer los actores principales (pero no únicos), lo podemos observar en el siguiente grafico de los componentes del precio del petróleo en los países desarrollados y lo que cada uno de los actores recibe.
Cuadro 5 LOS COMPONENTES DEL PRECIO DEL BARRIL PETROLERO
Si observamos, los 3 actores, los países productores, los gobiernos de los países desarrollados y las compañías petroleras internacionales, sin embargo quien fija diariamente el precio del petróleo, quienes son los que dicen a qué precio se venderá, independientemente de su costo de producción son: “Nymex (New York Mercantil Exchange) e ICE (International Commodities Exchange), que mediante los precios de referencia WTI (Nueva York) y Brent (Londres), controlan directa e indirectamente más de los 2/3 de las operaciones internacionales de crudo.”(2).
De estas dos bolsas petroleras son dueños precisamente los grandes bancos y compañías petroleras anglosajonas.”Goldman Sachs, Morgan Stanley, Citigroup y JPMorgan Chase, por ejemplo, así como cuatro de las principales compañías petroleras angloamericanas, conocen de quién compra y quién vende “futuros” de petróleo o contratos derivados, lo que les permite un alto margen de influencia para fijar los precios del petróleo físico en este nuevo mundo extraño del “petróleo de papel” (3).Las propias compañías petroleras son a su vez grandes compradores de petróleo
Desde 1982-83 cuando la fijación del precio del petróleo pasó de la OPEP al NYMEX y West Texas Intermediate (WTI) sustituyo al petróleo arábigo ligero como petróleo marcador, desde ese entonces son las compañías petroleras y los fondos de inversión, los dueños del NYMEX y el ICE, los que día a día fijan el precio del petróleo. Son ellos que a su vez controlan los gobiernos del mundo, los que de acuerdo a sus intereses y su afán de ganancia, desencadenan guerras y crisis y de la misma manera fijan el precio del petróleo a su conveniencia.
El precio del monopolio en el caso del petróleo - y en general en el resto de la economía imperialista – es la consecuencia directa del monopolio que ejerce una empresa o un reducido número de compañías, bancos y fondos de inversión sobre el negocio del petróleo.
En estos casos no funcionan las leyes de la oferta y la demanda. Bajo el imperialismo se estrecha la relación entre el capital monopolista y el Estado, hasta el punto de que son las compañías, bancos y fondos, principalmente ligados al sector petrolero las que trazan la política de los gobiernos, en especial su política exterior.
Afganistán, Irak y Venezuela y posiblemente Irán, son ejemplos concretos de cómo el petróleo es quien determina una buena parte de la política exterior del capital internacional encabezado por las petroleras anglo-sajonas y son ellas con sus bancos y fondos de inversión, los que en última instancia manipulan los precios del petróleo.
El precio del petróleo, es un precio que en última instancia (no lo único) viene determinado por el control monopólico que ejercen las compañías sobre el negocio petrolero en sus conjuntos y por las necesidades del capital internacional de acuerdo a sus planes de expansión o contracción de la economía mundial.
Un ejemplo grafico del monopolio en el negocio petrolero y del poder que tienen los fondos de inversión y los bancos de Wall Street en el mundo petrolero lo podemos observar en el siguiente cuadro:Cuadro 6: LOS PROPIETARIOS DE ALGUNAS DE LAS GRANDES COMPAÑÍAS PETROLERAS Y ENERGETICAS

El cuadro anterior habla por sí solo sobre el control del negocio del petróleo por parte del capital financiero y petrolero internacional, encabezado por el lobby judío de New York.
Estos no solo controlan la producción, el transporte, la refinación y venta, sino la exploración ( HALLIBURTON, SCHLUMBERGER), las plataformas marinas(NOBLE DRILLING) y los gases que se extraen y usan en la industria( PRAXAIR). Dick Cheney no era vicepresidente de EE.UU por ser presidente de HALLIBURTON, sino porque detrás de ella, están los más grandes intereses petroleros de EE.UU Y EUROPA.
Entre los accionistas mayoritarios de ExxonMobil, la primera trasnacional de Estados Unidos, se encuentran los bancos anglosajones y las más poderosas mutualistas e inversoras multimillonarias del planeta: Barclays Global Investors, JP Morgan-Chase (propiedad también de los Rockefeller), Goldman Sachs, Mellon Financial, Lord Abbett, State Street Global Advisors (la mayor inversionista institucional del mundo), The Vanguard Group, Fidelity Management and Research, Northern Trust, la megamutualista Alliance Bernstein, Wellington Management Co., Capital Group, BlackRock, Columbia Management Advisers ( Bank of América), etcétera. Y aun hay ideólogos del capital y algunos incautos que pretenden engañar con el cuento de la ley de la oferta y la demanda en la fijación del precio del petróleo.
Creer que la OPEP, maneja y establece los precios del petróleo, significa reconocer de hecho, que son los Chávez, los príncipes árabes o los fundamentalistas islámicos de Irán, quienes manejan la economía mundial. Y esto es demasiado aventurado sostenerlo pero es la consecuencia directa de una afirmación como esa.
“Quien controle el petróleo, controla el mundo”, esta frase de principios del siglo pasado no deja lugar a duda de quién en realidad maneja y controla la economía mundial, estos no son otros que las compañas petroleras, los grandes bancos ligados a ellas y ahora los fondos de inversión.
En toda la historia del petróleo, pero más especialmente, desde que en el NIMEX se establecieron las ventas de petróleo a futuro y de contado, y la OPEP estableció las cuotas de producción para que Arabia, Kuwait y los Emiratos Arabes actuaran como bisagras en el precio del petróleo, este precio lo establece invariablemente la banca internacional ligada al capital petrolero a través del NIMEX de NY y el ICE de Londres.
¿Cuándo se ha visto en los últimos veinte años que la OPEP establezca el precio del petróleo del cual es propietaria mientras esta en el subsuelo? Es suficientemente conocido el papel de Arabia Saudita, Kuwait y los emiratos árabes en su papel de peones del capital petrolero internacional, y ahora socios auxiliares en esta “crisis”.
No debemos olvidar que estos países al igual que Israel son creaciones directas del capitalismo mundial después de la primera guerra mundial, donde precisamente el papel de las siete hermanas y del capital petrolero anglo-sajon, imponían las condiciones.
De que situaciones políticas, naturales o especulativas influyen en el precio nadie lo duda, pero cuáles son esas situaciones “imprevistas o fuera de control “del capitalismo financiero internacional, que se dan en los países de la OPEP o en el mundo como para que estos imprevistos establezcan el precio del petróleo. Solo una verdadera revolución en los países petroleros.
El precio del petróleo se mantendrá lo suficientemente bajo, mientras se reorganiza la economía mundial de acuerdo a los planes y necesidades de las compañías, bancos y fondos triunfantes en esta crisis. Lo principal de la crisis que sacude a la economía no ha ocurrido, esto ocurrirá cuando la crisis de lo financieros donde comenzó, pase a lo económico donde se encuentra este momento, pero se proyecte a lo social, donde el capital tendrá que afrontar a su único enemigo: los asalariados y excluidos que hoy masivamente son lanzados al desempleo, y que una vez más tendrán que luchar, ya no por el poder político, sino por su simple supervivencia.
Aquí es donde el capital prepara hoy todas sus fuerzas y en medio de este escenario es como debemos comprender el fraude electoral de Chávez con la enmienda constitucional y el claro papel de cómplice de la llamada oposición democrática. El capital petrolero internacional igual que a comienzos del siglo XX necesitan de un Juan Vicente Chavez que le garantice el orden establecido y le asegure a las empresas mixtas con el capital internacional en petróleo y minería la paz y seguridad para sus negocios. Y para estos menesteres no hay nada mejor qué mejor que un militar formado en Centroamérica, concretamente en Guatemala, donde Reagan y sus asesinos masacraron a los revolucionarios de ese país, y más si este cachorro del pentágono se disfraza de socialista.
Hasta cuándo se mantendrá el precio del petróleo en estos niveles. Hasta que finalicen los planes de ayuda y rescate por parte de los gobiernos en beneficio de los bancos, fondos y compañías. Lo que aparentemente hoy los dueños de las compañías dejan de ganar (porqué no pierden ni con el barril a estos precios) por el descenso en el precio del petróleo, lo están recibiendo a través de sus bancos por la vía de los rescates financieros.
Tómese este ejemplo, las cinco grandes compañías petroleras anglo-sajonas y la francesa Total obtuvieron en el 2007, unas ganancias superiores a los 142.000 mm$. En el 2008, Exxon Mobil, que opera desde Houston y es una de las compañías con mayor capital bursátil del mundo, alcanzó ganancias por 45.220 millones de dólares en el 2008 (35.280 millones de dólares en el 2007), un 11 por ciento más que su propia cifra récord de 2007, que era el mayor beneficio anual de una empresa estadounidense. Chevron, por su parte, informó desde su sede en la californiana San Ramón que sus ganancias alcanzaron los 23.900 millones de dólares (18.600 millones de euros) el pasado año, casi un 30 por ciento más que en 2007.
Se estima que las ganancias de las grandes compañas petroleras superaron los 160.000mm$ en el 2008. Bien, desde septiembre del 2008 hasta hoy, el capital financiero, encabezado por los bancos y fondos que controlan el negocio petrolero, han recibido 2,3 trillones de dólares (2,3 Billones en nuestra nomenclatura),solo del gobierno norteamericano, ese dinero en su mayor parte ha ido a parar a manos del grupo del lobby judío del Wall Street y Europa, que controlan no solo el negocio petrolero, si no toda la economía mundial.
Que dicen sobre el futuro del precio del petrolero, esos señores, lo mismo de siempre, seguirá bajando o puede subir. Puede llegar a 5$.B como teme Kuwait o este año se situara de nuevo entre los 80 y 100$/B como dice los analistas de GOLDMAN SACHS.
¿Por qué esta desinformación? Porque en ella está la clave del engaño de los monopolios. Ellos manejan el precio a su antojo, y de acuerdo a sus necesidades e intereses y para ello precisan cada vez mas del uso de la contra información y desinformación.
No olvidemos que lo que hoy ocurre en el mundo, más que una crisis, es una inmensa reorganización planificada de la economía mundial, dirigida por el núcleo financiero de Wall Street, ligado a Europa y Japon, a través del El Council on Foreign Relations (CFR), la comisión Trilateral y el Club Bilderberg.
El ascenso de nuevo de los precios del petróleo, es una necesidad para el capital financiero, solo que esto ocurrirá lentamente, primero hay que recoger los cadáveres de bancos, fondos y compañías que ha dejado esta inmensa estafa cometida por el capital norteamericano.
Limpiar la economía y planificar una nueva división mundial del trabajo. Este proceso lo calculan los gurús del capital, puede durar hasta el 2010, lo importante es que el precio del petróleo, debe comenzar un nuevo ascenso y son varias razones para ello y de ello nos ocuparemos en el próximo articulo

Capitalismo en bancarrota: ¿Que quiere decir crisis recesiva globalizada?

La "globalización" (interdependencia simultánea de los países dentro del sistema capitalista) conduce a un principio axiomático probado por la realidad: Así como las potencias centrales (con EEUU a la cabeza) son las grandes exportadoras de crisis recesiva mundial, los bancos y empresas transnacionales imperiales son los grandes exportadores de desocupación masiva a escala global. Ambos factores, conforman el detonante central de la bancarrota del sistema capitalista a escala planetaria.
Por Manuel Freytas (*)manuefreytas@iarnoticias.com
Informe publicado originalmente el 09-Diciembre-2008
Ya está demostrado por la práctica: Los paquetes de "rescate bancario" estatal con dinero de los impuestos (pagado por toda la población) no han servido de antídoto y han fracasado estrepitosamente como medida para enfrentar la crisis mundial, que ha devenido de financiera a recesiva a escala global.
Los poderosos bancos centrales de EEUU y Europa (los patrones del capitalismo financiero internacional) fracasaron y se muestran impotentes para generar otra alternativa de salida que no sean los remanidos "planes anticrisis" orientados exclusivamente a "salvar a los bancos" (además de hacer negocios financieros con la crisis) en desmedro de los sectores productivos y sociales que sufren los efectos más letales del descalabro del sistema económico globalizado.
Con un agravante: La desatención y falta de medidas concretas para "salvar" a los sectores productivos (sobre todo con la reactivación del crédito) ha profundizado a niveles inéditos la caída del consumo, y consecuentemente ya impactó en un proceso de desenlace con despidos laborales a escala masiva cuyas manifestaciones se extienden desde los países centrales a los periféricos a escala planetaria.
Y hay algo peor aún: Los llamados países "emergentes" y en "desarrollo" (cuyos gobiernos no son nada más que "gerencias de enclave" de los bancos y trasnacionales de los países centrales) ya empezaron a "copiar" burdamente los mismos planes de "rescate" fracasados en las metrópolis del Imperio.
Desde China, Rusia hasta Argentina y Brasil, se comienzan a lanzar "planes anticrisis" cuyo único objetivo en la práctica es dinamizar un proceso de "negocio financiero con la crisis" activado con la herramienta del Estado.
La red financiera global
Para los expertos, ese fenómeno tiene una explicación concreta: Los "mercados del dinero" (a escala global) están controlados por el "gran capital financiero" concentrado en Wall Street y las metrópolis europeas, y su herramientas de ejecución son los bancos centrales y la Reserva Federal de EEUU que "planetarizan" las normas y el funcionamiento del sistema a nivel global.
El sistema capitalista, como ya está demostrado por sus leyes y procesos históricos, no está para "salvar a la sociedad" sino para "salvarse a si mismo" preservando sus dinámicas de rentabilidad y concentración de riquezas en pocas manos. El que crea otra cosa, no tiene nada más que seguir el desarrollo y desenlace de esta crisis.
El capitalismo y los bancos centrales (dependientes de los bancos centrales de EEUU y Europa) de Rusia, Brasil, China, Argentina, o de cualquier país integrante de la "red mundial globalizada" se mueven con los mismos parámetros del centralismo imperial por la sencilla razón de que sus intereses y objetivos son los mismos.
Estadísticamente y numéricamente probado (para quien quiera investigarlo): Los sistemas financieros y económico productivos y los comercios exteriores de los países periféricos, de Asia, Africa y América Latina, están controlados por los mismos bancos y corporaciones industriales y de servicios que "están en crisis" en EEUU y Europa.
La "globalización" quiere decir eso: Los bancos y corporaciones que controlan el sistema capitalista a niveles locales (léase países periféricos) no son nada más que "sucursales" de las "casas centrales" de EEUU y de Europa.
Esta situación "planetariza la crisis" y nivela los procesos de "rescate" (léase negocio financiero con la crisis) repitiendo los mismos esquemas y fracasos de los países centrales.
El FMI, el Banco Mundial, las "calificadoras" del crédito, las entidades "prestamistas" internacionales, y todas las instituciones "supervisoras" y fiscalizadoras del sistema financiero internacional (controladas desde la Reserva Federal y los bancos centrales imperiales) funcionan simultáneamente tanto para los países centrales como para los periféricos.
Esto grafica en forma contundente la "interdependencia" de la red (mundial globalizada del capitalismo) que opera simultáneamente tanto en EEUU y la UE, como en cualquier país de Africa o América Latina.
Los países son "libres y soberanos" solo como una formalidad jurídica y política: Desde el polo norte al polo sur, los llamados "Estados" cuentan con una aparente "independencia" conformada por fronteras geográficas, una bandera y una moneda propias, pero, en la realidad funcional, sus economías están atadas al dólar y a los "programas económicos" exportados (nivelados mundialmente) que responden a los intereses de los grandes pulpos imperiales concentrados que controlan sus sistemas financieros y económico-productivos, además de sus comercios exteriores.
Una gigantesca telaraña de más de doscientos países, con sus correspondientes sistemas económicos productivos y sociedades de consumo nivelados en un mismo marco operativo y en un mismo "programa capitalista" y convergiendo en un centro geográfico imperial: Las metrópolis imperiales (los centros comerciales-financieros) de EEUU y la Unión Europea.
Esto -y no otra cosa- quiere decir "globalización de la economía".
El negocio con los "rescates"
Al contrario de lo que pregonan los analistas y autoridades del sistema, el colapso financiero-recesivo, originado en EEUU y Europa, y que ya se proyecta a las economías centrales y periféricas a escala global, no se trata de una "falla de las normas de regulación y control financiero", sino de una reestructuración económica-financiera global impulsada por la dinámica histórica de concentración del capital en pocas manos.
Este proceso (donde se aprovechan tanto las "burbujas" como las "crisis" para generar rentabilidad capitalista) permite la consolidación de un puñado de conglomerados financieros globales "ganadores" de la crisis que se degluten a las instituciones quebradas mediante compras o fusiones forzadas.
En otras palabras, el sistema capitalista no está "salvando al mundo de la crisis", sino que se está salvando a sí mismo con la crisis. Hoy, en plena crisis recesiva mundial, el más alto nivel de rentabilidad capitalista para los pulpos de Wall Street y Europa se encuentra en los "rescates estatales" que moviliza un monumental negocio financiero a escala mundial posibilitado por la "nivelación" de la crisis.
Algunos expertos estiman que unos US$ 40 billones (casi un PBI completo de EEUU y Europa juntos) se van a movilizar con la totalidad de los planes de "rescate estatal" (funcionado y por venir) extendidos de los países centrales a los periféricos.
Con un agregado: La "globalización" del sistema financiero lleva a que los principales beneficiarios de esos planes de salvataje económico (tanto en los países centrales como periféricos) resulten ser la red de grandes bancos privados (con terminal en Europa o Wall Street) que hacen negocio (a través de sus filiales) con los créditos y préstamos solicitados por los Estados para "financiar" los salvatajes.
De eso -y no de otra cosa- tratan los "rescates estatales" orientados exclusivamente a una reactivación del negocio financiero en gran escala en plena crisis mundial recesiva y con despidos masivos que empiezan a extenderse desde las metrópolis a la periferia.
El resultante "globalizado"
Pero el negocio financiero con los "rescates" y la no solución de la crisis económico-productiva tiene un costo: La agudización de la recesión con desempleo a escala global.
Simultáneamente (y a raíz del mismo fenómeno de la "globalización) se produce otro proceso: La dinámica de despidos laborales de los países centrales (USA-UE) se traslada casi en forma simultánea a los países periféricos y "emergentes".
Y esto tiene una explicación: Los grandes "empleadores" de mano de obra laboral masiva en el mundo periférico son los mismos bancos y corporaciones trasnacionales que actúan con "casa central" en EEUU y Europa. Citigroup, Morgan Chase, Goldman Sach, Coca Cola, Wall Mart, Ford, General Motors, para dar algunos ejemplos, son los grandes "proveedores de empleo" tanto en los países centrales como en los periféricos y "emergentes".
Esta situación "nivela la crisis": Los despidos de General Motors o de Citigroup en EEUU o en los países centrales, son simultáneos a los despidos de esas mismas empresas en los países de la periferia.
La "globalización" (interdependencia simultanea del sistema capitalista) lleva a un principio axiomático probado por la realidad: Así como las potencias centrales (con EEUU a la cabeza) son las grandes exportadoras de recesión mundial, los bancos y empresas transnacionales imperiales son los grandes exportadores de desocupación masiva a escala global.
Ambos factores, se complementan como detonante de la crisis económica "globalizada" del sistema capitalista.
La desocupación es el elemento clave, el detonante estratégico, que marca el principio del desarrollo de la crisis estructural (recesión) con pérdida de la gobernabilidad (económica, política y social) de los Estados que integran la red "globalizada" del sistema capitalista, cuyos resortes de decisión se encuentran en EEUU y en Europa.
En los dos últimos meses (y como primera señal de que el planeta ya ingresó en la "crisis estructural"), comenzó a darse en distintos países del mundo un importante número de despidos (en aumento constante) que certifica la presencia de una crisis recesiva económica ya instalada a escala planetaria.
La desocupación sigue una línea claramente definida: Nace en los sectores financieros, de servicios o industriales de Europa y EEUU (los exportadores imperiales de la recesión) y se proyecta a los países "emergentes" o periféricos mediante las filiales de las empresa y bancos trasnacionales (con casa matriz en los países centrales) que empiezan a despedir, suspender o recortar horas a sus planteles de trabajadores.
Así como los países emergentes o periféricos importan los "rescates estatales", también importan "desocupación masiva" por medio de los bancos y corporaciones empresariales trasnacionales que controlan sus sistemas económicos productivos y sus comercios exteriores.
Como diría Bill Clinton, se trata de la "globalización", estúpido.

La marcha inexorable de la bancarrota capitalista mundial


Resulta obvio, al cabo de un año y medio de planes de rescate de todo tipo, que la bancarrota capitalista se ha transformado en una crisis política. Es posible que sus estallidos comiencen por las naciones intermedias o de la Unión Europea, pero en ningún lugar se manifiesta más claramente que en Estados Unidos, cuando Obama aún no ha cumplido un mes de mandato. Aunque el presidente afroamericano anunció que la aprobación de su plan de impulso económico, de 800 mil millones de dólares, marcaba el "principio del fin" de la crisis, los acontecimientos que siguieron de inmediato indicarían que ni siquiera estaríamos en el 'fin del comienzo'.
Por Jorge Altamira - Prensa Obrera, Argentina
El capitalismo se cae a pedazos. El producto bruto, en las naciones avanzadas, se está desmoronando en un 10 por ciento anualizado. En los últimos tres meses, los despidos en Estados Unidos han sido de 600 mil trabajadores por mes. La industria automotriz norteamericana se encuentra en vía de extinción: en Alemania se disputan las filiales que General Motors quiere liquidar para recaudar el dinero necesario para un improbable salvataje en Estados Unidos. Los desalojos, en ese país, ya han llegado a 1,8 millones de viviendas.
Detroit, Cleveland y otras ciudades industriales parecen diezmadas por una guerra. California, la séptima economía del mundo, se encuentra en 'defol'; varios estados y municipios han comenzado a imprimir sus propios 'patacones' y 'lecops'. En Gran Bretaña, el gobierno se apresta a nacionalizar la poderosa banca Lloyds.
En España, los presumidos BBVA y Santander se han caído de los pedestales que les inventaron los medios apenas se descubrió lo que en otros países se sabe desde hace más de un año: que al lado de los bancos opera un sistema financiero en las sombras, montado por ellos mismos, que se encuentra fuera del alcance de la regulación estatal. Es así que dos fondos inmobiliarios han debido declarar un corralito por la imposibilidad de hacer frente al pedido de retiro de dinero de sus inversores. De repente, el 'modernizado´ capitalismo español se encuentra donde nunca dejó de estar: en pelotas.
En Francia ya se oyen los redobles de tambores, con sus Antillas en llamas y un ambiente de huelgas en la metrópoli que raja los muros. Otro inmunizado contra la crisis capitalista, Italia, acaba de descubrir que su nave de proa, Unicredit, "más europea que italiana" según sus alcahuetes, está por sucumbir al derrumbe de sus inversiones en Austria, la que a su vez se encuentra amenazada por sus inversiones en Europa oriental. Para salvar a la joya del fanfarrón Berlusconi, la diplomacia italiana ha tenido que recurrir a Libia, no sin antes hacer las reverencias correspondientes en las tiendas beduinas de Gadhafi.
El paraíso sueco, que la gorda Carrió invoca como ejemplo para su infiel Argentina, le ha tenido que pedir al FMI que contenga las devaluaciones en los países del Báltico, para que no lleven a la tumba a la banca escandinava que ha copado aquellas plazas. Entre el derrumbe del rublo ruso, el zloty polaco y todas las otras monedas que sueñan con convertirse alguna vez en euros, es precisamente el euro el que está en capilla, estructuralmente aquejado por la incapacidad de los Estados del viejo continente para poner en marcha un plan de rescate común y por los diferentes ritmos y características de las crisis en sus diversas economías. De repente, las deudas públicas de esos Estados se han empezado a cotizar de la forma más disparatada, a pesar de que se negocia en la misma moneda y de contar con un Banco Central que debería operar como rescatista de última instancia.
La insinuación de que Irlanda, un país del área euro, pediría el socorro del FMI cayó como una bomba nuclear en Bruselas, porque equivalía a admitir que el Banco Central Europeo estaba listo para ser colgado en el museo del Louvre. Por fin, las llamadas economías intermedias se hunden en forma implacable, como ocurre por ejemplo con Corea del Sur, Taiwán, Singapur, Indonesia y, por último, la misma China, o en América Latina, México especialmente.
Resulta obvio, al cabo de un año y medio de planes de rescate de todo tipo, que la bancarrota capitalista se ha transformado en una crisis política. Es posible que sus estallidos comiencen por las naciones intermedias o de la Unión Europea, pero en ningún lugar se manifiesta más claramente que en Estados Unidos, cuando Obama aún no ha cumplido un mes de mandato. Aunque el presidente afroamericano anunció que la aprobación de su plan de impulso económico, de 800 mil millones de dólares, marcaba el "principio del fin" de la crisis, los acontecimientos que siguieron de inmediato indicarían que ni siquiera estaríamos en el 'fin del comienzo'.
Es que el núcleo de la crisis sigue allí, como desde el primer día. La masa de los llamados 'activos tóxicos' continúa siempre en la cartera de los bancos, compañías de seguros y de inversoras de capital, y de los fondos creados a la sombra de ellos. Los llamados negocios derivados originados por estos pulpos suman unos 550 billones de dólares, o cuarenta veces la economía de los Estados Unidos. Algunos estiman que si se pudieran hacer las compensaciones entre negocios cruzados - lo cual simplemente podría demorar algunos años-, la resultante neta serían aún unos 20 a 30 billones de dólares de deudas incobrables. El envío a pérdidas de todas estas sumas llevaría a la quiebra a la mayor parte del capital mundial.
Ningún capitalista quiere oficializar sus pérdidas vendiendo los títulos sin valor que tiene en su propiedad, por lo cual sobreviven con ayudas estatales o compras temporarias de los bancos centrales. En consecuencia, el sistema económico está parado porque el Bank of America, el Citigroup, el Lloyds, el Barclays y tantos otros están que-bra-dos. Ponerle el cascabel a este gato significa nacionalizar a todos estos bancos, y a partir de esto aun a aquellos que no están quebrados, para proceder a una liquidación ordenada de todos los créditos y deudas que no se pueden saldar. Todo lo que parecía sólido se ha desvanecido en el aire.
El plan de relanzamiento económico de Obama, que acaba de aprobar el Congreso norteño, no encara esta situación: se trata de un plan de gastos y de rebaja de impuestos por apenas el 5,5% del PBI norteamericano para los próximos diez años, aunque el 80% de él se consumirá en dos años. Para resolver la cuestión bancaria, Obama ha insinuado otra cosa: la creación de los llamados 'bancos malos', que recogerían todo aquello en poder de los bancos que no vale nada.
El problema es el siguiente: para que los bancos que queden limpios de estos activos puedan funcionar, necesitarán que se les pague por los activos invendibles un precio que les permita pagar las deudas con las que financiaron las compras de esos 'activos tóxicos'. Pero pagar mucho por lo que no vale nada, simplemente provocaría la quiebra de quien lo haga, en este caso el Estado. Por eso Obama ha insinuado el propósito de que la compra de esos activos la haga una asociación pública-privada, pero la viabilidad de este proyecto es que se pague muy poco por los activos, lo cual sería un gran negocio para los que financiarían la formación de los 'bancos malos'. Pero cotizar a esos 'activos' como una pichincha decretaría la quiebra de los 'bancos buenos', que recibirían muy poco dinero o liquidez para saldar sus deudas.
El equilibrio entre lo que necesitan los bancos con 'activos tóxicos', de un lado, y lo que puede pagar el Estado por esos activos, por el otro, sin arruinar las finanzas públicas, o lo que les convenga pagar a los capitales privados dispuestos a negociar esos 'activos' con posterioridad, es simplemente imposible determinarlo a priori. Por otra parte, ya se sabe que la mayor parte de los bancos están quebrados, por mejor que sea la oferta que se haga por sus 'activos'.
La solución de este problema pasaría por la nacionalización general de los bancos, pero esto transfiere a la política, o sea al Estado, la tarea de arbitrar las pérdidas y confiscaciones que, de cualquier modo, o invariablemente, deberá sufrir el capital, tanto el pequeño como el más grande. Suponer que el Estado puede sacar al capital indemne de la crisis es propio del que no entiende una jota de la economía política del capital y de la tendencia a su propia disolución. Pero la sola perspectiva de una nacionalización está a punto de quebrar al 'establishment' norteamericano. Esta es la crisis política de Obama.
¿Hace falta decir que la nacionalización de los bancos no es ninguna solución? Por una parte, una nacionalización de la banca norteamericana rompe todo el tejido financiero internacional, porque obliga a los otros Estados a tomar medidas similares para poner a sus Tesoros nacionales al servicio de esta nueva competencia bancaria internacional entre bancos que cuentan con capital y financiación estatal. El mercado mundial se transformaría en un terreno de pugna directa entre Estados, lo cual es lo más cercano a una nueva guerra.
Por otro lado, una nacionalización de bancos quebrados amenazaría con la quiebra a las finanzas públicas y obligaría al Estado a operar con empréstitos forzosos. Por fin, incluso una banca estatal sería incapaz de mover a la economía si del otro lado no se moviera la demanda por medio de inversiones a cargo de los capitalistas. Es extremadamente difícil, sin embargo, que los capitalistas arriesguen sus capitales en empresas financiadas por el Estado; si operaran sin capital retrocederían a la condición de meros comisionistas del Estado.
Una banca nacionalizada en las grandes naciones industriales necesitaría la nacionalización de las inversiones en la industria y la obra pública, lo cual pondría al Estado en las dos puntas del proceso económico, o sea sin la mediación de los capitalistas. Esto es teóricamente posible pero prácticamente inviable, por la simple razón de que la línea de separación entre el capitalismo y el socialismo se haría muy tenue: dependería de quién dirige ese Estado, si los capitalistas o los obreros, y no - como es ahora - que entre un régimen social y el otro hay una densa valla de relaciones sociales que abarcan diversos grados y estratificaciones, que se superponen sobre la relación entre el capital y el trabajo y oscurecen su visibilidad.
La ruptura del presente impasse la impondrá la subsiguiente marcha de la crisis y, en especial, la presión popular, que está tomando forma y fuerza en todo el mundo. La caída de las Bolsas a nuevos mínimos es el síntoma de que el capital exige, por un lado, que el Estado lance un plan de rescate masivo, aunque para ello tenga que separar a algunas ovejas negras que están definitivamente condenadas y, por otro lado, si esto es inviable o alargara aún más el proceso de quiebras, que el Estado haga una declaración oficial de quiebra bancaria y proceda a la nacionalización.
En lo referente a la presión popular, las continuas apariciones públicas de Obama a lo largo y ancho de Estados Unidos, están mostrando la amplitud de la deliberación que va ganando a las masas. En otros países ya hay huelgas importantes y movimientos de protesta masivos. La nacionalización de los bancos en Europa sólo puede proceder por países y acabaría poniendo a los más débiles bajo la férula de los más fuertes.
Es muy claro que el proletariado, a partir de la lucha que tendrá que encarar, deberá comprender que la salida pasa por presentarse como alternativa de poder - lo cual requiere programas, partidos y organizaciones de masas revolucionarias.

Obama diseña la estrategia bélica para Afganistán


La desesperación presente en el núcleo de los planes de la administración de Obama para una escalada de la guerra en Afganistán se puso de manifiesto en la entrevista que el New York Times le hizo al Presidente el viernes pasado.
Al preguntarle que si las fuerzas que EEUU dirige estaban ganando la guerra en Afganistán, Obama afirmó sin rodeos: “No”. La respuesta era la única que podía darse. La insurgencia armada contra la ocupación estadounidense y de la OTAN se ha expandido inmensamente en los últimos años.
Grandes zonas de las provincias sureñas de Afganistán pobladas por la etnia pastún y las áreas tribales de Pakistán están en efecto controladas por el movimiento islamista talibán u otras fuerzas anti-ocupación, como el movimiento Hebz-e-Islami del señor de la guerra Gulbuddin Hekmatyar.
El índice de víctimas de la ocupación se ha duplicado en lo que va de año comparado con el mismo período en 2008, habiendo muerto hasta ahora 54 soldados estadounidenses y de la OTAN. Los ataques contra las fuerzas de seguridad del gobierno afgano se han triplicado, según la Accountability Office del gobierno estadounidense. Los insurgentes están matando más de cincuenta policías afganos al mes. En muchas zonas del sur de Afganistán, la policía no se atreve a salir de las comisarías.
La resistencia se está viendo impulsada por el resentimiento y hostilidad de una población machacada por la pobreza, que lleva ya más de siete años sufriendo represión e intimidación por parte de las fuerzas que EEUU dirige en Afganistán, y del ejército pakistaní, apoyado también por esas fuerzas, a través de la frontera. Con una situación en la que los islamistas son apreciados como los únicos que combaten contra los intentos estadounidenses por dominar la región, han continuado atrayendo apoyos.
Las células vinculadas con los talibanes parecen estar ahora activas en todas las ciudades importantes en Pakistán, aumentando el peligro de una guerra más amplia. La ruta terrestre de los suministros para las tropas de EEUU y la OTAN a través de ese país es ya muy insegura, lo que está obligando a Washington a buscar alternativas vía Rusia y Uzbekistán. La preocupación en los círculos militares estadounidenses por las líneas de suministros hacia Afganistán les ha llevado incluso a sugerir que se pida ayuda a China e Irán. Resulta muy significativo que la Secretaria de Estado Hillary Clinton haya invitado a Irán a tomar parte en una cumbre que se celebrará en Afganistán a finales de mes.
La realidad militar en Afganistán es que las fuerzas ocupantes han sido incapaces de suprimir una insurgencia que cuenta con importante apoyo popular. Incluso con los 17.000 soldados más que está enviando Obama, habrá aún menos de 90.000 soldados de EEUU y la OTAN y apenas llegan a 80.000 el personal del gobierno afgano. Teniendo en cuenta el tamaño, la geografía y la población del país, los analistas militares estiman que sería necesario tener más de 500.000 tropas allí.
En la región tribal de Pakistán, las operaciones en las que se implicaron alrededor de 100.000 soldados pakistaníes no consiguieron romper el control talibán allí, ni cerrar los refugios seguros utilizados por los insurgentes afganos ni contener los movimientos a través de las fronteras.
Dentro de este contexto, la estrategia diseñada por Obama depende de la capacidad de las fuerzas de ocupación para repetir lo que se llamó “Despertar” en Iraq durante los últimos meses de 2006 y 2007.
Coincidiendo con el “incremento” de 30.000 tropas más que aumentaron las fuerzas estadounidenses en Iraq a más de 160.000, se autorizó al comandante General David Petraeus a poner en marcha una política de sobornos hacia los líderes insurgentes y sus combatientes a fin de que cesaran en sus ataques. Los grupos que se buscaron estaban abrumadoramente compuestos de árabes sunníes. Finalmente, unos 100.000 se unieron a las milicias pagadas por EEUU, especialmente en los suburbios de Bagdad y en la provincia occidental de Anbar, ayudando al ejército estadounidense a aplastar a una minoría islámica radical dentro de la insurgencia.
Obama dijo al Times: “Si hablan con el General Petraeus, creo que él defendería que parte del éxito en Iraq se basó en que se implicó a gente que podríamos considerar fundamentalistas islámicos, pero que estaban dispuestos a trabajar con nosotros porque rechazaban totalmente las tácticas de Al Qaida en Iraq”. En Afganistán y Pakistán, dijo, “podrían darse oportunidades parecidas”.
Sin embargo, la perspectiva de un “Despertar” afgano o pakistaní ignora el principal factor implícito en su desarrollo en Iraq. Mientras que en la provincia de Anbar los tradicionales dirigentes tribales sunníes y las facciones aliadas con Al Qaida estaban enfrentadas, los insurgentes sunníes en Bagdad cambiaron de bando porque habían sido derrotados en una viciosa guerra civil sectaria contra los partidos fundamentalistas chiíes dominados por el gobierno apoyado por EEUU.
Miles de sunníes tuvieron que huir de la capital para escapar de las diarias matanzas indiscriminadas. Al poner fin a su resistencia, los insurgentes sunníes buscaban sobre todo conseguir protección militar estadounidense para sus suburbios y comunidades frente a los escuadrones de la muerte chiíes que operaban con impunidad dentro de las fuerzas policiales y militares iraquíes.
Incluso ahora, la situación sigue siendo frágil. La ocupación estadounidense ha creado una división sectaria en Iraq que beneficia sobre todo a la elite chií a expensas del estrato gobernante predominantemente sunní que dominaba el régimen de Saddam Hussein. A largo plazo, la amargura y frustración entre quienes sentían que no tenían más opción que la de alistarse en el Despertar podría provocar nuevos combates contra las fuerzas estadounidenses y el gobierno de dominio chií.
En Afganistán y en las regiones tribales de Pakistán, no hay ninguna razón obvia para que los talibanes o Hezb-e-Islami se dobleguen ante la ocupación o acepten el gobierno apoyado por EEUU, como ocurrió en Iraq. Aunque han sufrido grandes bajas a manos de las mucho mejor equipadas fuerzas de EEUU y la OTAN, su posición estratégica es mucho más fuerte ahora que antes.
Haroun Mir, un antiguo asesor del señor de la guerra tayico anti-talibán Ahmad Shah Massoud, comentó al británico Guardian: “La reconciliación fue una gran idea en 2003 o 2004, cuando el gobierno tenía ventaja, pero ahora las cosas están yendo a favor de los talibanes. Están en las afueras de Kabul y no tienen ningún interés en ponerse del lado del gobierno”.
Sebastián Morley, un ex mayor de las fuerzas especiales británicas que dimitió del ejército en protesta por la forma de llevar la guerra, hizo el 6 de marzo una caracterización especialmente tajante de la situación en la provincia clave de Helmand.
Morley dijo al Telegraph: “Las operaciones que estamos llevando a cabo son anodinas. Controlamos zonas muy pequeñas de territorio en Helmand y estamos haciéndonos ilusiones si pensamos que nuestra influencia llega más allá de 500 metros de nuestras bases de seguridad. Es una temeridad pensar que controlamos esa tierra o que tenemos alguna influencia en lo que sucede más allá de las bases. Salimos para alguna operación, tenemos una pelea con los talibanes y después nos volvemos a la base a tomar el té. No controlamos en absoluto el terreno.
“Los talibanes saben dónde estamos. Saben muy bien cuándo hemos vuelto a la base. No creo que hayamos siquiera arañado la superficie en la medida en que el conflicto continúa. El nivel de desgaste y bajas no va a dejar de aumentar. Este es el equivalente al comienzo del conflicto de Vietnam. Queda mucho más por venir”.
En este punto, el acuerdo político sugerido por Obama sólo podía llevarse a cabo ofreciendo a facciones de los talibanes o de Hezb-e-Islami el control sobre la mayoría de las provincias pastunes o de los ministerios en el gobierno afgano. Sin embargo, esto implicaría dar de lado a sus oponentes pastunes que han colaborado con la ocupación, especialmente todos los que rodean al Presidente Hamid Karzai.
Esa es la política que claramente se está considerando. Las recriminaciones estadounidenses contra la administración de Karzai, sobre su corrupción e incompetencia, han aumentado rápidamente al deteriorarse la situación militar. Se afirma que los partidarios de Karzai han amasado fortunas considerables robando los ingresos estatales y cogiendo sobornos de los traficantes de heroína. Sobre todo Ahmed Ali Karzai, el hermano del presidente, ha sido acusado públicamente por agencias de EEUU de supervisar el tráfico de drogas en la provincia sureña de Kandahar.
La administración Obama ha dejado claro que su prioridad es impedir que el imperialismo estadounidense se vea desalojado de Afganistán. Ha declarado que tiene una valoración “realista” sobre el gobierno que se necesita en Kabul, esto es, ha abandonado la propaganda de Bush de que la ocupación estadounidense trataba de transformar el país en una “floreciente democracia”.
Ya se están dando pasos para debilitar y quitar a Karzai. Su mandato termina el 21 de mayo. La constitución del país afirma que deben celebrarse elecciones presidenciales entre treinta y sesenta días antes de que termine el mandato presidencial. Sin embargo, la comisión electoral, apoyada por las potencias de EEUU y la OTAN, ha pedido que las elecciones se celebren el 20 de agosto, pretendiendo que no se pueden llevar a cabo antes de esa fecha por los problemas de seguridad sobre el terreno en gran parte del país.
Karzai ha interpretado legítimamente la decisión como un movimiento hostil. Se enfrenta a las demandas de que se haga a un lado para que se ponga en marcha un gobierno “provisional” después del 21 de mayo. Su decreto para que la elección tuviera lugar de acuerdo con la constitución fue rechazado por la comisión electoral la semana pasada. Ahora está insistiendo en que seguirá de presidente hasta las votaciones, pero hay demasiada agitación en el ambiente como para que pueda acabar su mandato según establece el programa.
La oposición más ruidosa a Karzai viene de la Alianza del Norte: de los señores de la guerra de etnia tayica, uzbeca y hazari que combatieron junto a las fuerzas estadounidenses en 2001. Son la misma gente que la administración Obama tendría que implicar en cualquier acuerdo de reparto del poder con los talibanes. Los seguidores de la Alianza del Norte dominan también el cuerpo de oficiales del ejército afgano.
Implícitamente, la política de Obama hacia Afganistán se basa en crear un nuevo régimen de señores de la guerra para reemplazar a Karzai. Siempre que las facciones de los talibanes y otras facciones influyentes pastunes acepten una continuada presencia estadounidense en el país, Obama patrocinaría la división y distribución de esferas de influencia entre ellos y los hombres fuertes de la Alianza del Norte.
Esta sórdida real politik pone de relieve el carácter reaccionario y neo-colonial de la ocupación de Afganistán. Decenas de miles de afganos y cientos de tropas extrajeras han perdido la vida con el único objetivo de asegurar una base de operaciones para el imperialismo estadounidense mientras trata de extender su dominio sobre las regiones ricas en recursos energéticos de Asia Central y Oriente Medio.

Ex prisionero de Guantánamo espera que Bush sea enjuiciado

Binyam Mohamed, quien recientemente fue liberado de la prisión de Guantánamo, donde estuvo detenido por 7 años, espera que el ex presidente estadounidense George W. Bush sea llevado ante los tribunales internacionales por las torturas que sufrió durante su cautiverio.
En su primera entrevista con un medio de comunicación, Mohamed -de origen etíope pero residente en el Reino Unido- dijo al periodista de la BBC Jon Manel que desde su detención -en 2002- fue torturado en Pakistán, Marruecos y Afganistán.
"Me siento muerto. Han sido siete años de total oscuridad por los que he pasado. Regresar a la vida me ha tomado mucho tiempo", dijo Mohamed desde una lugar secreto en el Reino Unido.
Asimismo consideró que, en caso de que haya evidencias, también debe ser enjuiciado el ex primer ministro británico, Tony Blair.
"Si no fuera por la participación de los servicios de inteligencia británicos desde mi detención en Pakistán y por el apoyo que estos dieron a los estadounidenses no hubiera sufrido los siete años de infierno por los que pasé", agregó Mohamed.
Por su parte, el agente secreto inglés que lo interrogó al inicio de su detención negó -ante un tribunal británico- haber presionado o amenazado a Mohamed para que confesara.
Sin cargos
Los servicios de inteligencia americanos creían que Mohamed estaba coludido con el grupo extremista islámico Al-Qaeda, pero todos los cargos fueron retirados el año pasado.
Los estadounidenses rechazan los señalamientos y aseguran que Mohamed tiene un historial de aseveraciones "insostenibles".
El gobierno británico, por su parte, informó que no tolera la tortura en ningún caso y que investigará los señalamientos de Mohamed.
A pocos días de su regreso al Reino Unido, Mohamed dijo a la BBC que nunca había estado involucrado en un complot para detonar una "bomba sucia" en EE.UU.
El etíope de 30 años también rechazó haber participado en campos de entrenamiento para integrantes del grupo Talibán antes de los ataques contra las torres gemelas de Nueva York en 2001.
Binyam Mohamed también relató que en julio de 2002 -después de haber sido interrogado en Pakistán- fue trasladado a un lugar secreto en Marruecos, en donde fue torturado e interrogado por agentes locales, con preguntas suministradas por los servicios de inteligencia de EE.UU. y Reino Unido.
"El interrogador, quien me mostraba los documentos decía, 'estas son las preguntas de los británicos y estas de los estadounidenses'", dijo a los micrófonos de la BBC.
Mohamed asegura que decidió hablar públicamente -en contra del consejo de su psiquiatra- porque quiere que la opinión pública se entere de la injusticia que vivió.
Aunque no quiere hablar del tipo de tortura que sufrió en Marruecos, sus abogados han asegurado que sus genitales fueron cortados con una navaja de rasurar.
Al continuar con su relato, dijo que en enero de 2004 fue llevado a un lugar que él llama la "prisión oscura" en la ciudad de Kabul, capital de Afganistán, en donde casi enloquece.
"Fui encerrado en una celda oscura, con sólo una cobija para taparme, en el suelo".
"Literalmente muerto"
Mohamed agregó que altavoces colgados de las paredes tocaban música del rapero Eminem las 24 horas del día.
"En la prisión oscura estaba literalmente muerto. No existía. No estaba ahí. No había día ni había noche".
Luego de su experiencia en Kabul, Mohamed firmó una confesión que, asegura, sólo aceptó luego de que le advirtieran que regresaría a la "prisión oscura" en caso de no cooperar.
Indica que al llegar a Guantánamo, en Cuba, los guardias lo atacaron luego de que rehusó dar sus huellas digitales.
Aseveró que los abusos incrementaron luego de que el presidente Barack Obama anunció sus intenciones de cerrar el centro de detención.
"No tengo los sentimientos de una persona normal. Sentimientos de felicidad o tristeza, todavía no los tengo. Por lo que a mi concierne ya nada importa", dijo el ex detenido.
La fiscalía general del Reino Unido esta estudiando la posibilidad de pedir a la policía que investigue los señalamientos de Mohamed, en el sentido de que el gobierno británico participó de los supuestos abusos.

El desafío de América Latina


Hace más de un milenio, mucho antes de la conquista europea, una civilización perdida floreció en un área que conocemos ahora como Bolivia.
Los arqueólogos están descubriendo que Bolivia tenía una sociedad muy sofisticada y compleja, o, para usar sus palabras, uno de los medios ambientes artificiales más grandes, extraños y ecológicamente más ricos del planeta... sus poblaciones y ciudades eran grandes y formales, y eso creó un panorama que era una de las obras de arte más grandes de la humanidad.
Ahora Bolivia, junto con buena parte de la región, desde Venezuela hasta Argentina, ha resurgido. La conquista y su eco de dominio imperial en Estados Unidos están cediendo el paso a la independencia y a la interdependencia que marcan una nueva dinámica en las relaciones entre el norte y el sur. Y todo eso tiene como telón de fondo la crisis económica en Estados Unidos y en el mundo.
Durante la pasada década, América Latina se ha convertido en la región más progresista del mundo. Las iniciativas a través del subcontinente han tenido un impacto significativo en países y en la lenta emergencia de instituciones regionales.
Entre ellas figuran el Banco del Sur, respaldado en 2007 por el economista y premio Nobel Joseph Stiglitz, en Caracas, Venezuela; y el Alba, la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe, que podría demostrar ser un verdadero amanecer si su promesa inicial puede concretarse.
El Alba suele ser descrito como una alternativa al Tratado de Libre Comercio de las Américas patrocinado por Estados Unidos, pero los términos son engañosos. Debe ser entendido como un desarrollo independiente, no como una alternativa. Y además, los llamados acuerdos de libre comercio tienen sólo una limitada relación con el comercio libre, o inclusive con el comercio en cualquier sentido serio del término.
Y ciertamente no son acuerdos, al menos si las personas forman parte de sus países. Un término más preciso sería acuerdos para defender los derechos de los inversionistas, diseñados por corporaciones multinacionales y bancos y estados poderosos para satisfacer sus intereses, establecidos en buena parte en secreto, sin la participación del público, o sin que tengan conciencia de lo que está ocurriendo.
Otra prometedora organización regional es Unasur, la Unión de Naciones de América del Sur. Modelada en base a la Unión Europea, Unasur se propone establecer un Parlamento sudamericano en Cochabamba, Bolivia. Se trata de un sitio adecuado. En 2000, el pueblo de Cochabamba inició una valiente y exitosa lucha contra la privatización del agua. Eso despertó la solidaridad internacional, pues demostró lo que puede conseguirse a través de un activismo comprometido.
La dinámica del Cono Sur proviene en parte de Venezuela, con la elección de Hugo Chávez, un presidente izquierdista cuya intención es usar los ricos recursos de Venezuela para beneficio del pueblo venezolano en lugar de entregarlos para la riqueza y el privilegio de aquellos en su país y el exterior. También tiene el propósito de promover la integración regional que se necesita de manera desesperada como prerequisito de la independencia, para la democracia, y para un desarrollo positivo.
Chávez no está solo en esos objetivos. Bolivia, el país más pobre del continente, es tal vez el ejemplo más dramático. Bolivia ha trazado un importante sendero para la verdadera democratización del hemisferio. En 2005, la mayoría indígena, la población que ha sufrido más represiones en el hemisferio, ingresó en la arena política y eligió a uno de sus propias filas, Evo Morales, para impulsar programas que derivaban de organizaciones populares.
La elección fue solamente una etapa en las luchas en curso. Los tópicos eran bien conocidos y graves: el control de los recursos, los derechos culturales y la justicia en una compleja sociedad multiétnica, y la gran brecha económica y social entre la gran mayoría y la elite acaudalada, los gobernantes tradicionales.
En consecuencia, Bolivia es también ahora el escenario de la confrontación más peligrosa entre la democracia popular y las privilegiadas elites europeizadas que resienten la pérdida de sus privilegios políticos y se oponen por lo tanto a la democracia y a la justicia social, a veces de manera violenta. De manera rutinaria, disfrutan del firme respaldo de Estados Unidos.
En septiembre pasado, durante una reunión de emergencia de Unasur en Santiago, Chile, líderes sudamericanos declararon su firme y pleno respaldo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, cuyo mandato fue ratificado por una gran mayoría, aludiendo a su victoria en el reciente referéndum.
Morales agradeció a Unasur, señalando que por primera vez en la historia de América del Sur, los países de nuestra región están decidiendo cómo resolver sus problemas, sin la presencia de Estados Unidos.
Estados Unidos ha dominado desde hace mucho la economía de Bolivia, especialmente mediante el procesamiento de sus exportaciones de estaño.
Como el experto en asuntos internacionales Stephen Zunes señala, a comienzos de la década de los años 50, en un momento crítico de los esfuerzos de la nación para convertirse en autosuficiente, el gobierno de Estados Unidos obligó a Bolivia a utilizar su escaso capital no para su propio desarrollo, sino para compensar a ex dueños de minas y repagar su deuda externa.
La política económica que se impuso a Bolivia en esa época fue precursora de los programas de ajuste estructural implementados en el continente 30 años más tarde, bajo los términos del neoliberal Consenso de Washington, que ha tenido por lo general efectos desastrosos.
Ahora, las víctimas del fundamentalismo del mercado neoliberal incluyen también a países ricos, donde la maldición de la liberalización financiera ha traído la peor crisis financiera desde la gran depresión.
Las modalidades tradicionales del control imperial –violencia y guerra económica– se han aflojado. América Latina tiene opciones reales. Washington entiende muy bien que esas opciones amenazan no sólo su dominación en el hemisferio, sino también su dominación global. El control de América Latina ha sido el objetivo de la política exterior de Estados Unidos desde los primeros días de la república.
Si Estados Unidos no puede controlar América Latina, no puede esperar concretar un orden exitoso en otras partes del mundo, concluyó en 1971 el Consejo Nacional de Seguridad en la época de Richard Nixon. También consideraba de importancia primordial destruir la democracia chilena, algo que hizo.
Expertos de la corriente tradicional reconocen que Washington sólo ha respaldado la democracia cuando contribuía a sus intereses económicos y estratégicos. Esa política ha continuado sin cambios, hasta el presente.
Esas preocupaciones antidemocráticas son la forma racional de la teoría del dominó, en ocasiones calificada, de manera precisa, como la amenaza del buen ejemplo. Por tales razones, inclusive la menor desviación de la más estricta obediencia es considerada una amenaza existencial que es respondida de manera dura. Eso va desde la organización del campesinado en remotas comunidades del norte de Laos, hasta la creación de cooperativas de pescadores en Granada.
En una América Latina con una flamante autoconfianza, la integración tiene al menos tres dimensiones. Una es regional, un prerrequisito crucial para la independencia, que dificulta al amo del hemisferio escoger países, uno después de otro. Otra es global, al establecer relaciones entre sur y sur y diversificar mercados e inversiones. China se ha convertido en un socio cada vez más importante en los asuntos hemisféricos. Y la última es interna, tal vez la dimensión más vital de todas.
América Latina es famosa por la extrema concentración de riqueza y de poder, y por la falta de responsabilidad de las elites privilegiadas con respecto al bienestar de sus países.
América Latina tiene grandes problemas, pero hay también desarrollos prometedores que podrían anunciar una época de verdadera globalización. Se trata de una integración internacional en favor de los intereses de pueblo, no de inversionistas y de otras concentraciones del poder.
(Los ensayos de Noam Chomsky sobre lingüística y política acaban de ser recolectados en The Essential Chomsky, editados por Anthony Arnove y publicados por The New Press. Chomsky es profesor emérito de lingüística y filosofía en el Instituto de Tecnología de Massachusetts de Cambridge).

10 razones para cuestionar (y repensar) la implicación extranjera

Antes del 11 de septiembre de 2001 Afganistán no existía en las agendas exteriores de los países del mundo.
Los atentados terroristas en Estados Unidos traumatizaron a una parte de la población mundial y aumentaron las percepciones de amenaza externa y la polarización entre Occidente y el mundo musulmán.
El 11 de septiembre proporcionó a Afganistán un enorme protagonismo. Aun así, la obsesión occidental en este país no se ha visto reflejada en una mejora de las condiciones de vida de la población local, y las tendencias hacen temer unas consecuencias tan desastrosas como las que sufrieron en las dos décadas previas a la intervención militar iniciada el 7 de octubre de 2001. Por eso, la pertinencia del despliegue de tropas internacionales en el país, en su formato actual, es cada día más cuestionada.
Desde el Centre d’Estudis per a la Pau J. M. Delàs, de Justícia i Pau, observamos esta situación con preocupación. Pensamos que la intención que existe tras esta intervención no es honesta y sincera, puesto que los discursos sobre todo lo referente a las operaciones militares extranjeras en general y la participación española en particular, no parecen coincidir con las realidades demostradas sobre el terreno. Es por eso que queremos presentar este informe en el que nos proponemos esquematizar 10 argumentos que nos hacen cuestionar la implicación extranjera en Afganistán. Estas dudas nos han hecho creer en la necesidad de la retirada de los soldados españoles y el replanteamiento de la política exterior española en Afganistán.
Esto significa rechazar la participación militarizada española y pedir un compromiso real del Gobierno español para colaborar con la población afgana a través de medios civiles y diplomáticos y de acuerdo con la especificidad e idiosincrasia de este país del Asia central.

Los marines llegaron ya

Finalmente, Estados Unidos tiene a México donde quería: en la fase de colombianización. Es decir, al borde de una intervención larvada y por etapas del Pentágono. Pasaron 13 años desde que el entonces secretario de Defensa estadunidense William Perry dijera ante 10 mil soldados y cadetes y la plana mayor de las fuerzas armadas mexicanas, en el Campo Militar No. 1, que la seguridad nacional entre su país y México era el "tercer vínculo" sobre el que ambas naciones cimentarían una relación unida, ya, por lazos políticos y económicos. Desde entonces, la "sana distancia" que había prevalecido en las relaciones entre los ejércitos de Estados Unidos y México comenzó a acortarse, y los últimos residuos de nacionalismo castrense cedieron paso a una remozada doctrina contrainsurgente de cuño estadunidense, que tomó como el "enemigo interno" al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) y al Ejército Popular Revolucionario (EPR), y en años recientes a los ejidatarios de Atenco y La Parota y los pueblos de Oaxaca.Con la coartada de la soberanía limitada y la "seguridad democrática", valiéndose de eufemismos tales como la "cooperación militar" y las "acciones mancomunadas" de las fuerzas armadas de ambos países contra los cárteles de la droga, el intervencionismo bueno del Pentágono no será ahora con bombas, misiles y proyectiles, sino con asesores, agentes encubiertos y mercenarios (que bajo la fachada de "contratistas privados de seguridad" serán los encargados del trabajo sucio en la "guerra" de Felipe Calderón contra los malos).Todo eso ya existe, claro. Pero se intensificará con la "ampliación" de la llamada Iniciativa Mérida, que al final resultó que era el Plan México disfrazado, símil del fracasado Plan Colombia, según reveló sin aspavientos Michael Mullen, jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos. Y cosa curiosa: Mullen, el militar de más alto rango de la administración de Barack Obama, cuyo comando había identificado a México como un Estado fallido próximo a un "colapso rápido y repentino", y por tanto sujeto de una intervención militar de Estados Unidos, no acaparó las primeras planas a su paso por México.La razón es obvia: ya había hecho su tarea. La guerra de intoxicación mediática que arreció en vísperas y tras la asunción de Obama en la Casa Blanca en enero pasado, en la que participaron el presidente saliente, George W. Bush ("México, primera línea de guerra"), el jefe del Pentágono, Robert Gates, y los titulares de los principales organismos de seguridad e inteligencia de la administración demócrata (CIA, FBI, DEA, Seguridad Interna) lograron construir la noción de México como Estado fallido, para el aterrizaje suave, ahora, de la "ayuda invasora" (Javier Ibarrola dixit) que salvará a México de los malos.Como en la ex Yugoslavia -balcanizada en siete pequeñas naciones por la alianza occidental comandada por Estados Unidos-, y después del 11 de septiembre de 2001 en Afganistán, Irak, Pakistán, Irán, Venezuela, Cuba, Bolivia y otros puntos calientes del orbe, Washington libra una guerra asimétrica contra México, con apoyo de sus alfiles locales. La "guerra infinita" de Bush contra el terrorismo -un "enemigo sin fronteras"- fue impuesta a Canadá y México por conducto de la Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN, 2005), y ante los fracasados intentos por fabricar una narcoguerrilla creíble, bajo el calderonismo adquirió la forma de una "guerra" a los cárteles de la droga, como elemento idóneo para la construcción social del caos y el miedo.En ello han venido trabajando, sin éxito aparente por ahora, expertos en detonar desenlaces sociales y políticos mediante operaciones de guerra sicológica orientadas a direccionar y controlar la conducta social masiva.
La guerra asimétrica o de cuarta generación es descentralizada, dispersa y utiliza escenarios combinados sobre un territorio. En su desarrollo se borran las fronteras entre el soldado y los civiles, entre los campos de batalla y la seguridad urbana, y adquiere la forma de una violencia social extrema y sin orden aparente de continuidad. Elementos que están presentes en el México actual, un día en Ciudad Juárez, otro en Uruapan o Reynosa, otro más en Cancún o La Marquesa.Dado que el empleo planificado de la propaganda y el uso de tácticas y estrategias de control social mediante la manipulación informativa y la acción sicológica le son consustanciales, en este tipo de guerra los medios de difusión masiva son los nuevos ejércitos de conquista. El bombardeo militar es sustituido por el bombardeo mediático. Las consignas y las imágenes sustituyen a las armas de destrucción masiva. Sólo que las consignas de Calderón en pro de una "cruzada" masiva contra los malos ("vamos ganando por goleada", "negociar con el narco, idea estúpida", "sin esta guerra el próximo presidente sería narcotraficante") y las imágenes con montañas de decapitados desnudos y otras expresiones de violencia extrema, así como la "operación limpieza" de malos funcionarios (impuesta por el Congreso bipartidista de Estados Unidos para liberar los fondos del Plan México) y los llamados a los comunicadores a ejercer un "periodismo patriótico" no prenden todavía en las audiencias objetivo del mensaje.En el fondo, se busca anular la capacidad de pensar. Son consignas dirigidas a destruir el pensamiento reflexivo (información-procesamiento-síntesis) y a sustituirlo por una sucesión de imágenes sin resolución de tiempo y espacio (alienación controlada). El objetivo es que la gente no piense información (el qué, por qué y para qué de cada noticia), sino que consuma órdenes sicológicas direccionadas, de manera acrítica y pasiva. Cuando los medios bombardean a Bin Laden o Al Qaeda, se están consumiendo consignas de miedo asociadas con el "terrorismo islámico". Igual ocurre con Los Zetas y otras fabricaciones en México. Sólo que aquí es una guerra de malos contra malos en un Estado fracasado. Y para que México no colapse, Obama ya enviará a sus marines. A eso vino el almirante Mullen.